una palabra
a la hora de la siesta
rasga el silencio
(Una palabra puede separar universos o unir almas, urdir alianzas o generar precipicios, una palabra puede ser verdad y mentira a la vez, en una dualidad onda y corpúsculo. Qué buena onda cuando nos encontramos en la frecuencia en la que resuena el amor, construyendo, corpúsculo a corpúsculo, realidades en común, qué mala onda cuando no busca el encuentro y grano a grano se pixela el entendimiento)
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